Un activo circulante, también conocido como activo corriente o activo a corto plazo es un bien o derecho de una empresa que se caracteriza por su liquidez.
De acuerdo con las Normas de Información Financiera (NIF), el activo circulante es aquel que cumple con cualquiera de las siguientes consideraciones:
- espera realizar el activo, consumirlo o tiene la intención de venderlo en su ciclo normal de operación;
- espera realizar el activo dentro de los doce meses posteriores a la fecha del estado de situación financiera;
- mantiene el activo principalmente con fines de negociación; o
- el activo es efectivo o equivalentes de efectivo, a menos que este se encuentre restringido y no pueda ser intercambiado ni utilizado para cancelar un pasivo dentro de los doce meses posteriores al cierre del periodo sobre el que se informa.
Todos los demás activos deben clasificarse como activos no circulantes (a largo plazo).