Los bienes de consumo son los productos que satisfacen una necesidad del cliente final, de manera directa, y se clasifican en sustitutivos o complementarios. Los bienes de consumo sustitutivos pueden ser reemplazados por otros que cubren la misma necesidad, por lo que su venta cae cuando los precios suben. Por otro lado, los bienes de consumo complementarios se utilizan en conjunto con otros, como el automóvil y la gasolina.